Aun Ángeles Manejan Taxis
Por Susan Richardson - septiembre 2015
Es posible que hay ángeles alrededor de los que
están involucrados en la obra misional?
Eso es lo que leí en escritura tras escritura. Confiando en esto, decidí preguntar a
nuestros misioneros en la Misión Ecuador Quito Norte si habían visto o tenido
experiencias con ángeles para descubrir por mí mismo como los ángeles
trabajaban con ellos. Las siguientes
historias que escuché han confirmado para mí que sin duda, los misioneros si
son acompañados por ángeles y que nunca están a solas.
Una de las primeras historias que escuché temprano
en la misión fue del Elder Cedeño. El
compartió que cuando estuvo abriendo un sector en Cotacachi, un área en el
campo, tocaron la puerta de una mujer que había escuchado recién a tres gringos
altos. Ella le comentó que ellos habían
dejado folletos y el Libro de Mormon, marcando 3 Ne. 11. Ella quería que ellos regresaran, así que los
recibió calorosamente a él y a su compañero cuando se aparecieron en la
puerta. Lo más increíble de esta
historia es que estuvieron abriendo un sector donde no había misioneros, mucho
menos tres gringos altos. No fue una
sorpresa que se bautizó pronto después.
Esta historia me llevó en búsqueda de relatos de
ángeles de los misioneros por toda la misión.
Al escuchar sus historias, me convenció de que los misioneros son sólo
la parte mortal de la obra de salvación y que están trabajando mano a mano con
ángeles. Sus historias me han ensenado
que los ángeles ayudan de muchas maneras.
Nuestros misioneros han ensenado que los ángeles ayudan de muchas
maneras. Nuestros misioneros han
experimentado la protección angelical, un enlace de ayuda, fortaleza y
consuelo, confirmaciones a investigadores, servicio y avistamientos.
Según Alma 13:24 "… ángeles las están declarando a muchos en
nuestra tierra en este tiempo, y esto con objeto de preparar el corazón de los
hijos de los hombres para recibir su palabra al tiempo de su venida en su
gloria." Los ángeles están
preparando a la gente, de modo que cuando los misioneros se aparecen, están
listos. Este fue el caso en la historia anterior. D&C 20:10 dice que "…
se confirma a otros por la ministración de ángeles, y por
ellos se declara al mundo; " en otras palabras,
los misioneros enseñan, pero ángeles confirman las verdades que se enseñan,
especialmente de la restauración y el Libro de Mormón. En este sentido,
el trabajo misional es un esfuerzo cooperativo entre misioneros y ángeles.
Con 200 misioneros para proteger y cuidar en
cualquier momento, es reconfortante saber que existen seres celestiales que
velan por ellos. Elder Neeley compartió una interesante experiencia de esa
protección celestial. Una noche en mayo de 2015 él y Elder Flores estuvieron
regresando a casa en un peligroso sector en Cangahua y tuvieron que pasar
por unos tipos malos. Después de pasarles
sin ningún incidente, fueron muy agradecidos poder cerrar la puerta de su
apartamento con llave, habiendo evitado peligro. A la mañana siguiente, para su
sorpresa, un miembro de la Iglesia les dijo que ella había visto tres de ellos
caminando hacia su apartamento. A pesar de la insistencia de Elder Neeley que
él y su compañero caminaban solos, ella insistía en que había visto una tercera
persona caminando con ellos.
Fausto Aguilera compartió una experiencia similar
cuando él fue misionero en los 1990's en Colombia. Él dijo que él y su
compañero no hicieron caso a las directivas de miembros de pandillas, quienes
les dijeron que nunca entraran y enseñaran en su sector en Cúcuta, una ciudad
cerca de la frontera con Venezuela. A causa de circunstancias peligrosas, los
paramilitares tenían un toque de queda a partir de las 10:00 p.m. y amenazaron matar
a cualquier persona en las calles a partir de esa hora. Así que cuando él y su
compañero descubrieron que su Noche de Hogar terminó después de las 10:00 p.m., se encentraron
en una dilema terrible. Consideraron llamar a su presidente de misión, pero se
optó por tomar sus chances.
Se despidieron y corrieron hacia una esquina donde
oraron por protección. Fausto compartió que se sentía una calma inmediata y, que
su velocidad aumentó dramáticamente, pero no fue hasta más tarde que comprendió
el significado de ese cambio. Al volver a la casa, la mujer de la familia
expresó gran alivio de verlos vivos porque estaba segura de que habían sido
asesinados. Según la señora, en esa misma esquina donde se sentían calmados y protegidos,
ella vio que dos hombres grandes se acercaron a ambos lados de ellos.
Hermana Espinoza experimentó un diferente tipo de
protección. Ella estaba a punto de cruzar una carretera en Otavalo cuando
sintió un tirón en la parte posterior de su suéter. Ella dio la vuelta para ver
quién le había tocado cuando un coche rápidamente pasó. Si había entrado la
calle como pensó, ella habría sido golpeada. Asimismo Hermana Black fue
bendecida con protección. En un día de preparación, ella y su distrito, fueron
a un lugar donde había una gran vid. Ella estaba jugando en la vid cuando la
vid se rompió y se cayó. Habría sido
gravemente herida, salvo que ella sentía que alguien la cogió, y ella no sufrió
ningún daño.
Los perros salvajes que andan y a veces actúan
como si son dueños de las calles son un problema en Ecuador. Hermana Hemsley, quien
se había prometido la protección de ángeles en una bendición del sacerdocio por
su padre antes de salir a la misión, tuvo un verdadero milagro cuando ella y su
compañero se encontraron en tal territorio de perros peligrosos. Ella escribe,
"Una vez, en mi primera zona en Riobamba, yo estuve contactando con mi
compañero, Hermana López. Habíamos caminado todo el camino en una zona muy
rural, tocando puertas sin mucho éxito. Por fin llegamos a la última casa al
final del camino de tierra, y estuvimos nuevamente rechazadas, así que nos dimos
la vuelta y empezamos a volver. No habíamos ido lejos cuando fuimos atacadas
por un grupo de perros que vinieron de la nada.
Hubo cinco de ellos, todos de un tamaño decente,
corriendo y ladrando con sus dientes nacidas. Ambos nos gritamos y tuvimos
suficiente tiempo para bajar nuestras mochilas para defender nuestras piernas.
Hermana López y yo paramos espalda a espalda con los perros en nuestras piernas
cuando grité "Padre, ayúdanos!" Inmediatamente, de la nada, dos
adolescentes vinieron corriendo de detrás de una colina, con rocas de gloria.
Lanzaron las rocas a los perros, y de inmediato se dispersaron. Intentando
captar nuestra respiración, les agradecimos, y sintiendo preocupados, nos apuramos.
No fue hasta más tarde que me di cuenta que aquellos jóvenes realmente se
habían aparecido de la nada. Si desde arriba o desde la tierra, esos jóvenes
fueron un cumplimiento de la bendición de mi padre ese día".
Los ángeles no son únicos en la Misión Ecuador
Quito Norte y Elder Castillo compartió una historia de cuando él era un nuevo
misionero en una calle de Chile a las 10:00 PM. Dijo que un borracho sacó un
arma contra él. De repente, sin embargo, el borracho se asustó por algo o
alguien, guardó el arma, y se fue corriendo. Lo más sorprendente de la historia
es que, por la vista de los misioneros, estuvieron completamente solos en la
calle. Hasta el día de hoy, no saben que vio ese hombre, pero piensan que podía
haber sido un ángel.
Me encanta la escritura en Hebreos 13:2 "no
os olvidéis de la hospitalidad, porque por ésta algunos, sin saberlo,
hospedaron ángeles" porque esta escritura nos ayuda a ver que los ángeles
pueden ser disfrazados como los mortales. Hemos visto esto especialmente con
los taxistas apareciéndose justo en el momento crítico. Por ejemplo, una noche Elderes
Smith y Chávez estuvieron caminando por una calle cuando vieron a un grupo de
personas ominosas en la cima de una colina y los élderes no tenían ningún deseo
de pasarlas. Al contemplar su dilema, un
taxi se paró al lado de ellos y el conductor le preguntó a través de su ventana
si necesitaban que les lleve. Estuvieron sorprendidos de que él se había aparecido
justo en ese momento, pero lo que hizo la historia aún más rara es que cuando
le dijeron que no tenían dinero, él ofreció llevarles sin pago. Después de
pasar por el peligro, los élderes pidieron que les dejara para que pudieran
caminar a casa. Sin embargo, el taxista rehusó, sorprendiendoles aún más cuando
señaló con su mano la dirección de su apartamento, diciendo, "Pero ustedes
viven allí." Al llegar a su
apartamento, ofrecieron buscar dinero, pero el chofer se lo negó rotundamente.
Otro compañerismo tuvo una experiencia similar.
Elder Luque habló de una noche al terminar una lección a las 9:30 PM en una
zona donde no pasan autobuses a esa hora y no tenían dinero para un taxi.
Estaban muy asustados, pero sumamente aliviados cuando un automóvil se detuvo en
frente de ellos y el chofer les dijo que era Cristiano y que el Señor le había
dicho que detenga porque necesitaba "llevarlos a casa."
Otro taxista se apareció justo cuando pudo haber pasado
un asalto a un compañerismo de hermanas. Hermana Sánchez y su compañera estuvieron
caminando en la calle cuando un hombre con cuchillo comenzó a seguirlas. Oyó
una voz en su mente diciendo, "Camine más rápido", y luego "Corra!"
Estuvieron huyendo del hombre peligroso cuando
un taxista se aparecía de la nada. Subieron al taxi y fueron lejos del peligro.
Ángeles no sólo han protegido a nuestros
misioneros del peligro, sino que también los han sacado de un desafío. Elderes
Galiego y Saravia tuvo una experiencia interesante en una pastelería en el
Sagrario, sector de Ibarra. Querían comprar un pastel de cumpleaños para una
investigadora, pero les faltaban tres dólares. Para su sorpresa, un extraño se
acercó a ellos y les ofreció los tres dólares. Lo más sorprendente fue que el
hombre no era ni siquiera cerca de ellos cuando estuvieron discutiendo sus
opciones, sin embargo, él insistió que aceptaran el dinero. Sin embargo, después de aceptarlo se sintieron
incómodos y querían devolverlo, pero cuando le buscaron, había desaparecido
totalmente incluso en la calle.
Hemos tenido nuestra propia experiencia personal
en la que los ángeles han fortalecido y consolado a nuestra familia. Una noche
después de habernos dormido, nuestra hija de 15 años llegó a mi lado susurrando
con un temblor en su voz, "Mamá, favor de venir a mi habitación." Al
llegar a su cuarto, ella comenzó a llorar diciendo que sentía que había un mal
espíritu en su cuarto. Yo le consolé diciendo que "el poder de Dios era mucho
más fuerte que el mal espíritu." Me acosté al lado de ella y oré en voz
alta que cualquier "malos espíritus fueran despedidos y que ángeles de luz
vendrían en su habitación para consolarla.” Ella me dijo que en ese momento que
ella vio “un destello de luz" y de inmediato fue consolada. Ella comenzó a
decir por medio de sollozos, "Muchas gracias Mamá. Sé que el Evangelio es
verdadero y quiero ser una mejor persona." Ella se durmió tranquilamente.
Hermana Henderson también tuvo una experiencia
donde se sentía acompañada por ángeles en Peguche, un sector indígena. Una
noche ella y su compañera estuvieron visitando a unos investigadores en el
mismo edificio donde vivía un hombre "borracho, enfado y malo". Al
salir del edificio, él les persiguió, pero Hermana Henderson y su
compañera se sintieron sorprendentemente tranquilas por la situación. Cuando
ella compartió su sentido de tranquilidad con su compañera, sentía la afirmación de una mano sobre su
espalda y estuvo segura que era la de su propio abuelo. Eso tiene sentido
cuando lee D&C 130:5 porque dice que " …no hay ángeles que ministren en esta tierra sino los
que pertenecen o han pertenecido a ella.." En otras palabras, todos los
ángeles que ministran en esta tierra han vivido o vivirán aquí y son más probablemente
nuestros propios parientes.
Hermana North compartió que, "Cuando nuestro
Presidente de Estaca nos apartó, nos dijo específicamente que nos habían sido
asignado a dos ángeles especiales.” Él
les dijo que fue su experiencia que cada misionero que él había apartado había
sido asignado a un ángel guardián especial, y que en ese momento había apartado
más de 150 misioneros de la Estaca. Explicó
que "en nuestro caso, estos ángeles eran personas que conocíamos y amamos.”
Según el Presidente de Estaca, “Los ángeles estuvieron encantados con sus
nuevas asignaciones de acompañar y protegernos y ya habían estado trabajando
preparando al pueblo que íbamos a enseñar.”
“Este Presidente de Estaca no nos conocía muy
bien. Sin embargo, le dijo al Elder
North que uno de sus ángeles guardianes fue el abuelo cuyo nombre el llevaba. Después
de la bendición le preguntó al Elder North si sabía quién era. Elder North le
dijo al Presidente que, sí lleva el nombre de uno de sus abuelos como su
segundo nombre." Hermana North compartió algunas experiencias de estar
caminando en Tulcán donde vio a gente con muy mal semblante, pero que sentía
completamente tranquila.
Nuestros misioneros han compartido también
hermosas historias donde los ángeles han confirmado verdades. Elder Del Águila,
por ejemplo, dijo que una vez una investigadora que fue a un bautismo le dijo
que vio a un ángel vestido de blanco a ambos lados de la persona recién
bautizada que estuvo dando su testimonio. Fue bautizada después y es muy activa
en la Iglesia.
Elder Suárez vio a un ángel durante una de sus lecciones
mientras trabajaba en el Barrio Centenario en Otavalo. Mientras estuvieron
enseñando a una familia, Elder Suárez bajó la cabeza para tomar de un vaso
cuando vio a un niño sentado en la mesa del comedor mirando fijamente a su
compañero, Elder Cárcamo. El niño estuvo sonriendo y era muy dulce con una cara
feliz y permaneció allí durante la enseñanza de su compañero. Fue en una cita
posterior que la familia compartió que tenía a un hijo que había muerto, quien,
según su madre, le consoló de vez en cuando y la animó a seguir aprendiendo más
acerca del Evangelio y a perseverar hasta el fin.
Las Escrituras dicen que el Señor imparte su
palabra por ángeles lo cual se ve en la historia del niño que animó a su madre,
pero también es el caso con un
investigador que fue bautizado por el Elder Burleson. El compartió que un día,
cuando caminaba con su compañero, vio a un hombre de la calle. Elder Burleson y
su compañero se sorprendieron al escucharle llamándoles por sus nombres. Cuando
le preguntaron cómo sabía sus nombres, él respondió que "Ángeles de blanco
habían hablado con él y le dijeron que debía escuchar al Elder Burleson y a su
compañero, y que iban a enseñarle lo que él necesitaba hacer para ser bautizado
como Jesucristo." El si les escuchó, fue bautizado, ya no vive en las
calles, y está activo en la Iglesia.
Estoy fascinada con la idea de los ángeles,
especialmente con aquellos que se ven como gente mortal. Creo que hay muchos ángeles
alrededor de la gente de Ecuador, sobre
todo porque viven en una zona de los descendientes de los profetas del Libro
de Mormón. En Josué 5:13 dice, " Y aconteció que
estando Josué cerca de Jericó, alzó sus ojos y vio a un varón que estaba
delante de él, que tenía una espada desenvainada en su mano. Y Josué fue hacia
él y le dijo: ¿Eres de los nuestros o de nuestros enemigos?” Las
escrituras narran que el hombre con el cuchillo era realmente un ángel y, sin
embargo, Josué no lo sabía.
A menudo, el trabajo
de ángeles pasa desapercibido. Por ejemplo, dos misioneras creen que fueron
ayudadas por ángeles en un servicio tan pequeño que fácilmente podría haber
sido ignorado. Ellas estuvieron trabajando en el campo en Centenario, en
Otavalo, donde sus zapatos se ensuciaron cada día con mucho lodo. Hermana Relmuán tomó nota mental de que ella
tendría que limpiar sus zapatos, pero no lo hizo. Un día o más tarde mientras
trabajaban, ella miró sus zapatos y se sorprendió de ver cuán limpios eran.
Ella se tornó a su compañera y le preguntó a la Hermana Tonge con una sonrisa, esperando
una respuesta afirmativa, ¿Limpió mis zapatos?" Hermana Tonge negó
categóricamente haberlo hecho, pero miró a sus propios zapatos y viendo que también
eran limpios repetía la misma pregunta. Habían estado orando para poder reconocer
la ayuda de ángeles, y creen que eran beneficiarias de ayuda angelical en algo
tan pequeño como zapatos limpios.
Me encanta la cita de Elder Jeffery R. Holland,
"En el Evangelio de Jesucristo tenemos ayuda de ambos lados del velo.
Cuando nos afecta la decepción y el desaliento” (yo añadiría peligro)", y si
asi nos pasará-, usted debe recordar y nunca olvidar que si nuestros ojos
podrían abrirse veríamos caballos y carros de fuego hasta donde el ojo puede
ver corriendo a velocidad temeraria a venir a nuestra protección."
Esto fue exactamente el caso de dos de nuestros
misioneros en Otavalo en uno de los más poderosos ejemplos de cómo los
espíritus del bien y del mal están involucrados en la obra misional. En febrero
de 2015 al entrar en el sector del Espejo en Otavalo y al caminar hasta la carretera
principal después de las 6:00 p.m., Elder Leifer estuvo cantando varios himnos. Cuando cantó el himno "Con Valor
Marchemos", vio lo que parecía un contingente de ángeles vestidos de
blanco que lo precedieron en el sector. Mencionó que creía que el cantar himnos
y sobre todo ese himno, desempeñó un papel importante en la visión que él
tendría pronto. Él dijo que sentía que fue levantado donde pudo ver su sector
desde un punto elevado. También vio rastros de nube como figuras que pudo despedir
con el movimiento de su brazo. Estos él entendió
de ser malos espíritus y pudo ver por sí mismo el poder que había en poder
despedirlos. Fue una increíble visión de luz y de fuerza que pronto necesitaría
cuando él y su compañero se enfrentarían una obscuridad que nunca había
experimentado antes.
Recibimos una llamada más tarde que su compañero
estaba casi paralizado y estaba temblando incontrolablemente. Nos pareció que estuvo
teniendo convulsiones y les pedimos que fueran al hospital. Resultó en ser puro
terror porque había visto el espíritu de un hombre negro con un sombrero que quería
matarle. Ambos misioneros vio a este hombre y necesitaban bendiciones del sacerdocio
para echar fuera el mal espíritu de su apartamento. Creemos que el contingente de ángeles de luz
que Elder Leifer había visto era para protegerlos de la maldad que pronto iban
a ver. Presidente Richardson le dijo, "Tú tienes el Sacerdocio del Melchesidek,
el mismo poder que fue utilizado para crear este mundo". "Tú eres más
poderoso que cualquier espíritu." Eso le tocó mucho al corazón de él. Después de esa experiencia, Elder Leifer dijo
que sabía "que el sacerdocio es real, y que si somos dignos y hacemos la
voluntad de Dios, podemos hacer cualquier cosa que Dios quiere y que ningún
espíritu o mala influencia puede detenernos".
Estos son sólo una muestra de historias de ángeles que hemos escuchado de nuestros
misioneros. Sabiendo que el Libro de Mormón fue escrito especialmente
para la posteridad de profetas que vivían en este continente, y sabiendo que
tenemos Lamanitas puras en nuestra misión, creemos que ángeles están caminando
entre la gente. Hemos visto personalmente cómo los ángeles protejan a los
misioneros, ayudándoles, fortaleciéndolos y dándoles consuelo, confirmando las
verdades, y sirviéndolos. No sólo esto, pero sabemos que el bien y el mal es
real y que hay ángeles de luz y de obscuridad trabajando horas extras en la
salvación o la destrucción de la humanidad. Es un honor y un privilegio estar
trabajando mano a mano con estos ángeles en la obra de salvación, y un gran
consuelo saber que hay muchos ojos mirando a nuestros maravillosos jóvenes
misioneros que se encuentran a veces en circunstancias peligrosas.